ORÍGENES DE LA
CRISIS PERMANENTE Y LA DESEMBOCADURA EN ESTALLIDOS SOCIALES EN EL PAÍS DEL
CANAL DE PANAMÁ
Históricamente,
Panamá se ha caracterizado por una gran actividad en la parte más angosta del
istmo. Esto ha producido una economía basada en servicios internacionales y una
fuerte concentración de recursos, en ciertos grupos, vinculados a ese modelo.
El alto precio pagado por esta cultura de servir al mundo ha sido la completa
deformación de nuestra estructura productiva.
Cuando se
produce una crisis económica internacional, de cualquier origen, la misma se reproduce
en Panamá afectando a todos los sectores y agudizando aún más los permanentes
problemas de falta de la ocupación potencial de los recursos y la distorsiones
en los ingresos rurales y urbanos.
El uso del
dólar de los Estados Unidos de América, desde el surgimiento de la República,
consolidó la cultura de servicios y limitó la soberanía monetaria, que
irónicamente, ha contribuido a mayor acceso a bienes no producidos al interno y
una relativa estabilidad de precios que no disfrutan otros países del mundo.
El creación
del Centro Bancario Internacional en 1970 y la completa soberanía panameña
sobre la antigua Zona del Canal de Panamá han contribuido significativamente al
acceso a recursos financieros y de crédito creando las condiciones de afluencia
monetaria que se traduce en una cultura de formas improductivas de acumulación
de capitales, un ahorro que no regresa a la corriente de inversión y una
demanda agregada impulsada en gran parte por un sector comercial importador
para satisfacer el consumo local y el proveniente del exterior.
Desde el
surgimiento del sistema capitalista, con el mercantilismo, Panamá formó parte
de este sistema con las ferias entre lasa colonias y España. Hoy día, sigue siendo parte importante del
sistema capitalista con la función vital que realiza principalmente por medio
del Canal de Panamá.
Como
resultado del modelo de crecimiento, Panamá ha vivido una permanente crisis
social con un alto desempleo urbano, una pobre
distribución de ingresos entre las áreas rurales y urbanas, así como dentro de
esta última. La crisis interna se agudiza fácilmente por la dependencia
externa.
En los
momentos de crecimiento económico internacional la economía panameña puede
crecer en los sectores que se benefician directamente del aumento en la demanda
externa (servicios internacionales, sector público, industria inmobiliaria y
algunos sectores agro-exportadores).
Resultado del
crecimiento deformado, el nivel de ocupación y producción permanecen permanentemente por debajo de su potencial,
esto manifestado con un alto desempleo abierto, diferentes formas de empleo
disfrazado, una alta planilla estatal, y numerosos subsidios para amortiguar la
situación y un creciente número de exoneraciones fiscales para promover tanto
la inversión extranjera en el país, así como también la inversión de fuentes
privadas locales.
Cualquiera
crisis de la oferta a nivel internacional se reproduce con mayor intensidad en
la estructuralmente débil capacidad productiva nacional para alcanzar la
siempre creciente población con expectativas y necesidades de consumo cada vez
mayor todo lo cual se traduce en precios más altos agudizados por los
oligopolios en las cadenas de producción, importación y comercialización.
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